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Con chaleca y bufanda en Helsinki
PorHugo Lagos FechaOctubre 2009

la música tenía algo especial, captaba de inmediato la atención y era seguramente por eso que la utilizaban en no sé qué informativo radial chileno en los años 60. Mucho tiempo después descubrí al compositor, era Jean Sibelius y la famosa música “Finlandia”.

Como es ya conocido, los polos opuestos se atraen, Finlandia en el polo norte y Chile en el polo sur, no podía ser de otra manera, y así, como por arte de magia llegó a Santiago a cantar entre argentinos, uruguayos, brasileños y cubanos el grupo finlandés Agit-Prop al 1er festival de la canción popular en 1973. Y por obra de la Santa Unidad Popular llegamos nosotros a cantar a Helsinki a fines de agosto principios de septiembre de ese mismo año, a penas unos días antes del golpe.

Desde ese entonces nos unen profundos lazos de amistad con estos hermanos del extremo norte y se repitieron innumerables giras a ese hermoso país rodeado de lagos y bosques donde aún viven compatriotas chilenos que rehicieron sus vidas por esas tierras.

Hasta el presidente Kekkonen en esos años, asistió a uno de nuestros conciertos.

Esta vez, un sol de fines de verano nórdico, una increíble luz blanca, un aire diáfano, puro y frío nos acompañó durante el paseo matinal, chaleca, bufanda y un gorrito de lana se imponían. Helsinki es un puerto y por ahí anduvimos entre muelles, embarcaciones con dos o tres mástiles y cúpulas de catedrales ortodoxas, a lo lejos nubes arreboladas y el mar. Veinticuatro años que no veníamos, Helsinki está mas grande y menos provinciano, alguien dijo “las nuevas tecnologías han desarrollado éste país”. Nokia pasó por ahí.

El Savoy Teatteri tiene 730 butacas. Estuvo lleno y nuestro público finlandés nos escuchó respetuosamente observando un riguroso silencio, ningún celular sonó durante el concierto. Alguien vino a ofrecer sus servicios de intérprete, el finlandés es una ruda lengua, le agradecimos pero preferimos hablar en inglés, aquí todo el mundo lo comprende, y como por arte de magia cantamos otra vez con nuestros viejos amigos del Agit-Prop: Sinnika, Mona, Pekka y Marty, dos respetables damas y dos varones los mismos del 73, quienes además hicieron la primera parte del concierto. El pueblo unido jamás…

Al otro día, a las 7 de la mañana una bella valkiria nos vino a buscar en un minibús para llevarnos al aeropuerto, a más de alguno se le vino un bello recuerdo a la cabeza.

A las 9 y media despegamos, le théâtre du Chatelet nos esperaba.