Miré automáticamente el reloj, eran las tres de la mañana, las cuatro hora local y acabábamos de aterrizar en Tel-Aviv, inmenso aeropuerto y anchos pasillos. Con la cabeza todavía en México avanzamos hacia la salida, interminables controles de policía y preguntas :

- a qué vienen
- a cantar al festival internacional de música y danza de Ramallah
- tienen una carta de invitación y el nombre de la persona que los invita
- sí, aquí está
- cuál es el nombre de su papá
- cuál es el nombre de su mamá
Verificaciones
- OK.

Ancha e iluminada autoruta, vacía a esas horas, a lo lejos una claridad, empieza a amanecer. Por la derecha surge un muro, doblamos a la izquierda, la ruta es más estrecha, una pequeña rotonda y check-point, milicia israelí y nuevo control de pasaportes.

OK.

Seis de la mañana en la recepción del hotel, llamados telefónicos en un inglés aproximativo. Todo el mundo llegó ?, sí. Sebastián llega a las 3.

-OK.
A la cama.

Almuerzo apacible en un restaurant cerca, jóvenes de ambos sexos fuman el narguiléchicha (mezcla de hierbas aromáticas y agua calentada con brasas) mientras esperan ser servidos.

Bonito teatro, a la entrada una gran foto de Yasser Arafat sonriente, 500 personas y respetuosa acogida : Víctor Jara, aplausos. Allende, aplausos. Santo Padre, aplausos. Siempre, aplausos, « ¡el pueblo, unido, jamás… ! ».

« La próxima vez tienen que venir a Bethlem, allá vive la mayoría de los palestinos de Chile ».
-OK. !

Jerusalem, entrada por la « parte árabe », sol radiante, miles de tiendas, el perfume de frutas maduras y de infinitas especias.

El Santo Sepulcro y lo que queda del lugar donde fue crucificado el Cristo. Los fieles de rodillas, la incesante peregrinación y la invisible presencia. Hace calor.

Pic-nic de frutas y al aeropuerto.

Nuevos controles y nuevas preguntas :
- de donde vienen
- tuvieron contacto con alguien en particular
- les hicieron regalos
- OK.

Por la ventanilla del avión se veían fuegos artificiales.

13-14 de Julio fiesta nacional de Francia « ¡allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé!» miré automáticamente el reloj, eran las 11 de la noche creo que del domingo.